Ponerse cachondo en las calles de Guadalajara ahora ya no es problema

Con el fin de evitar la “discrecionalidad policial y los criterios subjetivos”, la regidora Guadalupe Morfín busca que la policía de Guadalajara sea más eficiente.

Así que ahora, a menos que exista una queja ciudadana, los besos, las caricias, el cachondeo y hasta el faje, no son faltas administrativas.

Claro que hacerlo frente a alguien más siempre puede incomodarlo y si esa persona decide denunciar, entonces la policía sí se verá obligada a actuar.

Lo que se busca es que, en un caso así, los policías lleven pruebas y entonces, las sanciones podrían ir desde los 806 pesos, hasta 2 mil pesos, o cumplir 36 horas de arresto.

También cabe señalar que el exhibicionismo sí sigue siendo un delito, y estos cambios solo atienden a la manera de proceder de los policías municipales ante conductas sexuales en la vía pública.